El embajador Tomas Ferrari nació en Jáurequi en 1955. Estudió en Harvard y desempeñó funciones diplomáticas como embajador en Vietnam y como cónsul en distintas ciudades de la India. Ha sido entrevistado por la redacción de la RCAI durante el mes de diciembre de 2016.

Embajador Ferrari, antes que nada quisiéramos agradecerle por su tiempo y por habernos concedido esta entrevista.

Gracias a ustedes.

¿Cómo se podrían calificar las relaciones científicas y tecnológicas entre Italia y Argentina?

Existe una larga tradición en Cooperación entre Argentina e Italia en diversas materias anteriores a la firma del Acuerdo Macro de Cooperación Científica y Tecnológicas en el año 1997.

A partir de ese momento, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva ha firmado numerosos acuerdos con diferentes Ministerios, Universidades e Instituciones Italianas tales como ICES, CNR, el Politécnico de Milán, el Alma Mater Studiorum Universidad de Bolonia, la Universidad IUAV de Venecia y la Segunda Universidad de Nápoles de la República Italiana. Esto permite trabajar de manera focalizada en áreas estratégicas para los dos países.

Por otra parte, con el cambio de gestión se ha decidido no solo focalizarse en las ciencias básicas sino también desarrollar nuevas herramientas de cooperación que incorporen la innovación y el desarrollo tecnológico.

¿Cuáles son los puntos de fuerza y cuales los puntos débiles de la relación bilateral?

En adición a lo delineado en el punto anterior, este nuevo contexto las políticas de ciencia y tecnología se encuentran orientadas a generar políticas de investigación, desarrollo e innovación tendientes a transferir el conocimiento desde el sector científico al sector industrial y/o productivo, poniendo en valor la inversión pública en investigación y propiciando el aumento de competitividad de las empresas argentinas de base tecnológica.

En este sentido, la relación entre Italia y Argentina ha sido pionera y ha permitido generar avances de colaboración entre empresas argentinas e italianas. Podemos mencionar el reciente acuerdo firmado con CONFINDUSTRIA en el pasado mes de septiembre y la negociación en curso del MOU entre el MinCyT y Federchimica, los cuales se encuentran relacionados con el campo productivo.

¿Cómo evaluaría usted el intercambio científico y tecnológico entre ambos países?

Retomando un poco lo explicado en el punto anterior, el número de intercambios ha ido aumentando año tras año debido a la apertura de convocatorias y creación de nuevas modalidades de cooperación tales como PICT internacionales, centros binacionales y programas de movilidad.

Al día de la fecha se han financiado más de 60 proyectos. Se considera que por año se realizan más de 100 movilidades de científicos entre Argentina e Italia que realizan estadías entre 15 y 60 días tendientes a la formación de recursos humanos. Asimismo, como resultado de la colaboración se producen más de diez publicaciones conjuntas por convocatoria.

Teniendo en cuenta los resultados fructíferos de la cooperación existente entre ambos países, se ha decidido en la última convocatoria financiar proyectos de gran relevancia, lo que implica un mayor monto de dinero para el desarrollo de investigación conjunta.

 ¿Cuáles son las áreas prioritarias para el gobierno Argentino en materia de ciencia y tecnología?

Teniendo en cuenta el lanzamiento del Plan Estratégico Argentina Innovadora 2020, se han definido como prioritarias las siguientes áreas: economía, oceanografía, medioambiente, salud, agroindustria, biotecnología y nanotecnología.

Tomando en consideración las áreas prioritarias del MinCyT y del MAECI, ambos países han decidido abrir una convocatoria conjunta en áreas mutuas de interés: medio ambiente y energía, bioingeniería y ciencias relacionadas, biotecnológica, salud y medicina, física de altas energías, nanotecnológica, ciencias del mar, tecnología espacial, tecnología de alimentos, tecnológicas aplicadas a bienes culturales, tecnologías de la información y comunicación y diseño del conocimiento.

Muchas gracias por su tiempo, señor Embajador.

Gracias a ustedes.