Restos fósiles muy bien conservados de un dinosaurio carnívoro fueron hallados en Neuquen

En estos días los diarios de todo el mundo, en particular las revistas científicas, han hablado del descubrimiento, de parte de un grupo de paleontólogos de una nueva especie de dinosaurio carnívoro gigante que tenía una cabeza enorme (1,30m de largo) y brazos diminutos, como el Tyrannosaurus rex, y que vivía en la Patagonia. Se trata de uno de los carnívoros más grandes que existieron. La RCAI tiene el placer de subrayar la importancia del trabajo cientìfico argentino y publicar una nota que nos ha hecho llegar un miembro del grupo internacional de paleontólogos: Juan Ignacio Canale, CONICET, del Museo “Ernesto Bachmann” de Villa EL Chocón en la provincia de Neuquén.

Dice Juan Ignacio Canale: el pasado 7 de julio fue publicado un trabajo científico donde dimos a conocer una nueva especie de dinosaurio carnívoro, al cual hemos bautizado como Meraxes gigas y que fuera encontrado hace ya 10 años (durante enero del 2012) en el marco de un trabajo de campo realizado en conjunto entre el Museo Paleontológico “Ernesto Bachmann” de Villa El Chocón, la Fundación de Historia Natural “Félix de Azara” de Buenos Aires y el Museo Field de Chicago (USA).

Este nuevo dinosaurio pertenece al grupo de los carcarodontosáuridos, dinosaurios carnívoros que durante la primera parte del Cretácico Superior (entre los 100 y los 90 millones de años de antigüedad) alcanzaron tamaños corporales enormes y habitaron principalmente los continentes del Hemisferio Sur: América del Sur y África. Lo destacable del hallazgo de Meraxes es que se trata del primer registro de este grupo que ha conservado tanto un cráneo prácticamente completo, como extremidades anteriores y posteriores muy bien preservadas. Esto nos ha permitido, además de conocer detalles anatómicos muy novedosos, interpretar patrones de evolución convergentes en al menos tres grupos de dinosaurios carnívoros: los abelisáuridos (el grupo que incluye por ejemplo a Carnotaurus), tiranosáuridos como Tyrannosaurus y carcarodontosáuridos como Meraxes. Lo que observamos es un patrón repetido donde en el transcurso de la evolución de estos grupos se da una tendencia al aumento del tamaño corporal, un aumento del tamaño de la cabeza y un acortamiento de los brazos. Este patrón se produjo de manera independiente en los linajes, no se trató de un proceso evolutivo que actuó de manera general en los terópodos.

El nombre de esta nueva especie proviene de un dragón presente en la saga de libros “Canción de Hielo y Fuego” de George R.R. Martin, y el nombre específico hace referencia al enorme tamaño del ejemplar, el cual habría medido unos 11 metros de longitud y habría pesado 4200 kgs.

Los restos de este ejemplar ya forman parte del acervo paleontológico del Museo “Ernesto Bachmann” de Villa EL Chocón en la provincia de Neuquén, junto con otros importantes ejemplares como Bajadasaurus pronuspinax, Skorpiovenator bustingorryi o Giganotosaurus carolinii.

El trabajo, que salió publicado en la revista Current Biology representa el fruto del esfuerzo mancomunado entre varios colegas de instituciones de Argentina, Estados Unidos y Canadá durante diez años de trabajo. Y cabe destacar que este proyecto no termina aquí, ya que existen más materiales en estudio y nuevos enfoques de trabajo sobre los restos ya publicados que en un futuro cercano brindarán nuevos frutos e interesantes novedades.

En la foto: El paleontólogo Juan Ignacio Canale, del CONICET, con una de sus “criaturas” en el Museo paleontológico “Ernesto Bachmann”, Municipalidad de Villa El Chocon (Neuquen)

La RCAI felicita a los investigadores argentinos que han hecho este importante descubrimiento.