LUNGRO, ITALIA

En el pueblo de Lungro, provincia de Cosenza, desde hace 7 años se celebra cada primero de agosto la Fiesta del Mate Argentino con bailes, música, entrevistas, espectáculos, genuinas comidas lugareñas y desde ya, con auténticas mateadas populares. La RCAI participó en el evento de este año abriendo un canal de ideas y de proyectos conjuntamente con la Universidad de Florencia, la Universidad Nacional de Misiones y las autoridades de Lungro.

Por Edgardo Giordani

Me tomé un matit en la “Festa del Mate de Lungro”  

¿Cómo decirlo? A veces, las cosas te llaman mientras estás tranquilamente saboreando esa líquida y cálida mixtura de amargo, tierra colorada y aroma verde. Por pura “casualidad” una nota en un diario nacional italiano atrae tus ojos… “Lungro capitale internazionale del mate argentino”, y pensás que el día anterior pasaste horas con una estudiante véneta de la Università di Firenze analizando los diferentes aromas de la yerba mate. ¿Será que una vez sintonizado en el canal científico-emocional del “oro verde” las cosas se dan, así, sin aparente motivo alguno? Lo señalo porqué nunca hubiera pensado que en Lungro (Provincia de Cosenza) tomar mate fuera una tradición centenaria, y que el mate representara, también en este pequeño pueblo calabrés, un medio de socialización. Me cuenta Ana Stratigò, la organizadora de la “Festa del Mate” y matera por excelencia, que estando aún en vida la madre y las tías, a las cinco de la tarde tocaba la hora del mate y que, como en la tradición argentina, la matera (la cebadora…) se ocupaba de que la pava estuviera siempre a temperatura. También me da a entender que los mineros de las cavas de sal de roca (kriponja en lengua arbëreshë) situadas a unos kilómetros de Lungro tomaban mate como infusión energizante. Sal de roca en lengua arbëreshë simplemente porque es la comunidad albanesa residente en Lungro desde hace cinco siglos la que tradicionalmente toma mate y trasmite a las nuevas generaciones la costumbre “nacional”.

Volvamos a la actualidad: la jornada del 1 de Agosto, día dedicado a la Festa del Mate de Lungro, comenzó con una rueda de prensa en el Palazzo Bavasso, abierto para la ocasión, a la que participó, entre otros, también el Alcalde de Lungro, Giuseppino Santoianni. Junto con mi colega Diego Chifarelli, docente de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad Nacional de Misiones, presentamos las actividades de investigación conjuntas sobre el impacto ambiental de la producción de yerba mate en Misiones. La buena conexión nos permitió que Diego, desde Eldorado y entre un amargo y otro, conversara con los participantes en directo. Fue un vivo toque emotivo para los lungreses y para otros argentinos que presenciaban la reunión.

La tarde, como en otros pueblos del sur de Italia durante el verano, pasó lenta, calurosa y silenciosa hasta que, a eso de las seis, comenzaron los preparativos en la Piazza 16 luglio 1859. Tuve tiempo para visitar la Casa Museo del Risorgimento que hospeda la Officina della Música y la Casa del Mate, donde abundan mates, bombillas, varios tipos de yerba mate, fotos (entre las cuales la del Papa Francisco tomando el verde que la misma Ana Stratigò le ofreció durante la visita en Calabria), cuadros y, no podía faltar, la bandera argentina.

A las 21.00 la Festa del Mate se abrió con un breve discurso del Alcalde di Lungro, al que siguió la ejecución de la canción Kënga e matit – La canzone del mate, compuesta por la misma Ana y cantada, como ocurre cada año, por una niña en arbëreshë. Completaron el espectáculo el grupo musical NOW (Naples Open World), tango bailado por I Tangueri di Calabria Tango y una serie de sketches con L’Officina della Musica. ¿Hubo mate? Sí, paquetes de yerba mate comercial, bombillas y mates expuestos en venta, pero ninguna mateada colectiva respetando al pie de la letra las reglas nacionales anti-COVID19.

¿Próximas actividades entre la Università di Firenze, la Universidad Nacional de Misiones y la RCAI?

Regalar una planta de yerba mate nacida en Misiones al Comune di Lungro, promover un hermanamiento con alguna “capital” del mate en esa Provincia argentina, favorecer intercambios a nivel cultural, promover un producto típicamente argentino que, por “casualidad” se toma desde hace un siglo en Lungro. Olvidaba… también toman mate con leche, mate cocido, a veces reforzado con café, y, en los días de mucho calor, tereré (mate frío, por si alguien no lo supiera). Es así que la última pregunta que le hice a Ana Stratigò floreció espontáneamente “¿No será que fueron los lungreses a enseñarle a los argentinos cómo tomar mate?” ¡Claro que no! Lo que la historia documentada nos dice es que los lungreses emigraron, hace un par de siglos, a la Argentina; algunos volvieron y otros tantos siguieron mandando por años encomiendas alimentarias desde la rica Argentina con yerba mate, mucha yerba mate.